Saturday, July 9, 2011

V- Profeta

No muchas personas saben que alguien a la noche, entredormido, está escribiendo el plan maestro. Engañan acerca del potencial alcance de sus entramadas ideaciones, su aspecto retraído y su risa espontánea, excéntrica y descontextualizada, risa que su abuela materna, enternecida por el estruendo de sus cuerdas vocales al estallar la carcajada, y presa de una nostalgia eterna, le pidió, una tarde de infancia y merienda en su amarilleante departamento, que nunca pierda.

Es un hombre perspicaz, ilustrado en conocimientos sobre antropología, astrología, astronomía, bacteriología, biología, botánica, caracterología, cosmología, cronología y así, tres por letra hasta la a de zoología. Este arbitrario método de estudio no era más que una adaptación a las exigencias del contexto del método de su difunto padre, quien conocía a la perfección los secretos de dos oficios por vocal, lo que lo convirtió en: alfarero, albañil, ebanista, electricista, importador, inventor, obrero, operador, ujier y utilero.

Su plan se erige principalmente sobre una premisa: el lenguaje es una herramienta de adaptación que, en su forma de aplicación actual, resulta obsoleta.

Su fin es lograr, mediante una imagen vocal (evolución a partir del lenguaje consistente en una nueva forma comunicacional), barrer por completo el lenguaje entero, degradándolo al nivel de palabritas amuchadas.

Transcripciones de algunos fragmentos de sus ensayos, se leerían más o menos así:

“Es difícil cubrir el cuerpo de una dama por completo, en su totalidad y cuando digo difícil, claramente digo imposible. Yo la visto mujer y la visto adulta, la visto negra, alta, de rasgos afroamericanos, y delicada, fina, sensual y aún así sigue teniendo vagina insustituible, agujero negro chupasentido.

Yo digo rptrptrpt, frrrrrrrrrtrtrt , crrrrrrrrrk, y la negra me gusta mucho mas, y ni hablar si le pongo un auuggggsch en el medio del krrrpppttty y la dejo gaaaaaaaaag.”

Y mas adelante:

“Es el momento del ocaso de la palabra, momento de reivindicación comunicacional de la agudizada vista, reivindicación reestructuradora, estruendosa, rompetimpanos, aturdidora.”

Y también:

“Homo-nomini, la última gran treta de los nomencladores, falsos brujos medicamentosos. Imposible que hable de lo que no dice sin sonar a deficiencia desviadora, sin hacer ruido, mucho mas ruido, ¡crrrrrrrrk!”

Por último:

"Es una elevación exponencial de la palabra lo que finalmente salvará, a la vez que matará, al hombre en tanto humanidad."


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